Navegar sin temor
en el mar es lo mejor.
Y si el cielo está muy azul,
el barquito va contento por
los mares lejanos del Sur.
A Daniel le encantan los barcos. Esta ilustración fue un encargo de su abuela. Seguro que a ambos les esperan aventuras ilusionantes juntos.
Hice dos versiones. ¿Cual os gusta más?
Así de bonito quedó enmarcado.
Lápiz, lápices de color, acuarelas, digital.