Te transformé en un príncipe. Ni tú
te lo creías. Asombrado mirabas
tu rostro en el espejo,
tus cabellos de seda,
la mandíbula fuerte,
la elegancia del cuello.
Feliz y satisfecha, coloqué
la varita en su caja.
Y fuimos muy felices. Bien es cierto
que seguiste croando
al pasar por las charcas.
Poema de Irene Sánchez Carrón, que tuve el placer de ilustrar junto a otros en "Poemas escogidos" de la Colección "El Pirata" de la Editora Regional de Extremadura en colaboración con el Grupo de Investigación de Literatura Infantil y Juvenil de la Universidad de Extremadura.
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